Un honor que hayas llegado a este rincón donde comparto mis experiencias sobre movimiento, conciencia corporal y bienestar , temas que me apasionan! Comencemos por presentarnos: Soy Cristina Escobar Arellano, fisioterapeuta con formación en piso pélvico, tuve unos años de formación en teatro, danza contemporánea y danza aérea, como puedes ver amo el movimiento! Soy madre, experiencia que ha marcado mi vida de manera trascendental, a nivel emocional, profesional y corporal.
Me he sentido inquieta desde hace mucho por el cuerpo, mi cuerpo, desde muy temprano descubrí sensaciones de las que nadie me habló y me preguntaba si eran normales, te pasó? En mi adolescencia y parte de la juventud, hice teatro y los momentos que más disfrutaba eran los que llamamos “expresión corporal”; muchas experiencias vividas allí me llevaron a iniciar estudio académico en danza contemporánea, llegando a comprender a un nivel más profundo mi cuerpo conectado a mis sensaciones, emociones y cambios a través del tiempo y de la práctica física. Si me adentrara en muchos detalles podría escribir un libro entero dedicado a las aventuras de mi cuerpo danzante. Fui llenándome de inquietudes, cuestionamientos; no me sentía bien, sintiéndome tan bien, permítanme redundar. La danza, conocer mi cuerpo me permitía fluir, pero… Por qué no todos tenemos esta oportunidad? Deberíamos crecer con conocimientos básicos sobre nosotros, nuestros músculos, huesos, y aprender a escucharnos. Decidí que quería aprender más sobre estos temas, pero con la posibilidad de transmitirlo, compartirlo y seguir aprendiendo. Por eso, heme aquí.
La fisioterapia es mundo bastante amplio, todo me apasionaba! Pero debo admitir que el tema de esa musculatura escondida, poco conocida, y ubicada en un rincón al que nos acercamos, en muchos casos, con timidez: ese “piso pélvico” quedó dando vueltas en mi cabeza; pero no fue hasta que nació mi hija Abril, que sentí el impulso de dedicarme a esto. Mi parto fue vaginal, me hicieron episiotomía sin previo aviso(la verdad no entiendo si era realmente necesaria), quedé con miedo por unos días de observar mi vagina, de “apretar” por dentro, no sabía cómo debía moverme, pero sentía una la necesidad de moverme para sanar y recuperar fuerza, confianza y equilibrio; ser mujeres nos acerca, pero ser madres nos une. Hay muchos temas sin hablar, muchos rincones sin observar, sentir y habitar. Este blog y este espacio procurará dar algunas herramientas que puedan ser de ayuda, además de ser un lugar donde te sientas como parte de una tribu, siempre serán bienvenidas historias que quieras compartirme, y tú ¿quién eres?, ¿cómo llegaste quí? Abrazo desde la distancia. C.